martes, 16 de mayo de 2017

Reunión de la Coordinadora Unitaria de Comités con el presidente de Navantia.

Desde la Sección Sindical de CCOO en Navantia – San Fernando, entendemos que hemos de asistir a cuantas convocatorias de reunión recibamos por parte de la Empresa, a cualquier nivel e independientemente del, o de la, convocante y de los interlocutores presentes en las mismas. Según este criterio asistimos, como bien sabéis, a la reunión convocada con el nuevo presidente de la compañía, Esteban García Vilasánchez, el pasado 11 de mayo. Ahora bien, lo menos que pedimos es un mínimo de consideración.

Si hay que levantarse a las cinco de la mañana, para regresar a casa las diez de la noche y estar de nuevo en plantas a las seis para conseguir avanzar en la adopción de soluciones para la situación que atraviesan nuestra empresa y su plantilla, se hace cuantas veces sea necesario, pero volver con las manos vacías tal y como llegamos, es un viaje para el que no hacían falta alforjas. Por tanto, analizado por la ejecutiva de la Sección Sindical el desarrollo de la citada reunión, probablemente para la próxima solicitemos un resumen del contenido a tratar o cuando menos un orden del día para saber a qué atenernos y si nos merece la pena el esfuerzo.

La intención de Vilasánchez era recabar la opinión de la representación sindical respecto de la estructura organizativa de la empresa. Para ello bastaba con repasar las reseñas de todas y cada una de las reuniones que hemos venido celebrando desde 2004, tanto a nivel local, comarcal o nacional, y leer los comunicados y manifiestos que desde entonces se vienen emitiendo por los respectivos Comités de Empresa de todos los centros.

Aun así, en virtud del respeto debido, tanto al presidente como a nuestros representados, desde la Coordinadora Unitaria se le dio respuesta que podemos resumir en los siguientes puntos:
  • La estructura organizativa debe partir de la existente antes de la llegada de Revuelta a la presidencia.
  • En este sentido cobra especial relevancia la descentralización de áreas como, Compras, aprovisionamientos o ingeniería.
  • Es preciso restituir las competencias a los directores de los distintos centros y dotar a estos de mayor autonomía y capacidad de acción.
  • Es preciso revisar y resolver los problemas que generan las aplicaciones informáticas corporativas, PUMA, TIMON, SAP, FORAN…
  • Es preciso clarificar y resolver de una vez por todas la definición de actividades CORE.

Como no podía ser de otra forma, la representación sindical esperaba del presidente, cuando menos, aclaraciones sobre los asuntos pendientes y que necesitan una urgente resolución, incluso antes de sentarnos a hablar del plan:
  • Carga de trabajo para todos los centros. En este aspecto, desde CCOO insistimos en la segunda serie BAM, Las corbetas de Arabia Saudí y el reparto de trabajo con las F110 y los AOR.
  • Renovación de plantillas.
  • Aplicación del III Convenio y solución del conflicto de técnicos superiores.
  • Situación del plan estratégico.
  • Regulación de la industria auxiliar.

Tanto en lo relativo a la opinión sobre la estructura organizativa, como a las inquietudes de la parte social, la respuesta de Vilasánchez, lamentablemente, vino a ser la misma que venimos recibiendo desde hace años por los anteriores gestores de la empresa.

Espera que “todo se desarrolle en un clima de diálogo y cordialidad”, “coincide en alguno de los postulados de la Coordinadora Unitaria y discrepa en otros”, “el III Convenio está en manos de SEPI que está trabajando duro para darle una pronta solución”, “quiere tener la nueva organización de la empresa para fin de mes”, “el contrato de las corbetas está amarrado y es seguro y pronto será una realidad”

Es decir, por mucho que nos pese, estamos como hace un mes, un año, un lustro. Sí fue claro y tajante en dos afirmaciones:

  • No habrá incremento de plantilla.
  • El plan debe estar firmado, sí o sí, en otoño y puesto en marcha el 1 de enero de 2018.

Como decíamos, un viaje para el que no hacían falta alforjas. Van para tres meses del inicio de los cambios producidos en SEPI y Navantia, y sólo nos encontramos con algunas figuritas nuevas pero con en el mismo belén montado.

En estas condiciones nos es difícil emitir una valoración. Frente a las expectativas que este tipo de convocatorias despierta, no podemos calificarla como positiva ni como negativa. Ha sido una reunión más, puro trámite, quizá con un talante más amable, pero vacía y pobre, lo que, insistimos en ello, nos hará plantearnos la asistencia a las próximas de no tener indicios de que estarán dotadas de un mínimo de contenido.