martes, 19 de septiembre de 2017

Navantia intenta afrontar el Plan Industrial por la vía del descrédito

Asamblea de trabajadores y trabajadoras. (foto de archivo)
A lo largo de la mañana de ayer fuimos asistiendo a la publicación, de sendos artículos sobre el supuesto bloqueo al que los sindicatos han sometido a la negociación del plan industrial para la compañía, en la prensa local de las comarcas en que se asientan los centros de Navantia. La sorprendente coincidencia en todos los medios, así como la precisión y exactitud de los datos que aportan nos hacen sospechar de que se trata de un ejercicio de “corta y pega” sobre nota remitida, supuestamente por la propia dirección de Navantia, toda vez que, por lo que sabemos, no se ha producido presentación, comunicación o declaración respecto del citado plan industrial, ni del posicionamiento de las distintas partes, más allá de lo ya conocido desde hace años.

En todos los medios se cita “el documento que recoge el plan” se da este por diseñado. Algunos, como Diario de Cádiz, incluso en primera persona, dando a entender que han tenido acceso a él. Pudiera ser que existiera. O como dicen nuestros compañeros del norte sobre las meigas, “no lo vemos, pero haberlo hailo”. Primero se dijo que SEPI negociaría el plan directamente con los sindicatos al margen de Navantia. Luego que Navantia facilitaría toda la información pertinente para que SEPI elaborase un borrador para iniciar las negociaciones con sindicatos y empresa. Ahora que Navantia ya tiene elaborado el plan. Lo cierto es que hasta el momento sólo contamos con las declaraciones de intenciones de Esteban García y Pilar Platero manifestadas en sus respectivas presentaciones tras sus nombramientos trazando las líneas maestras que presidirían la negociación del plan: mantenimiento de todos los centros abiertos, rejuvenecimiento de plantillas, capitalización, inversiones, modernización, etc., etc., etc. En definitiva, Nada nuevo desde que se comienza a hablar de plan hace años, y que incluso formó parte del núcleo central del programa electoral de CCOO en 2015.

Diario de Cádiz, La Voz de Galicia, Diario de Ferrol y La Verdad de Murcia refieren que “Los sindicatos rechazan negociar el plan estratégico de Navantia” (En Diario de Cádiz en titular de portada) y se comenta que “no se sentarán a la mesa hasta que la empresa abone las asimilaciones atrasadas”, centrando la decisión en el “Comité Intercentros”. Algo que no responde a la realidad. Para empezar el Comité Intercentros no existe. En la actualidad está constituida la Comisión Unitaria de los Comités de Empresa para coordinar las acciones de los Comités de los distintos centros de Navantia y que la Empresa no reconoce como interlocutor válido, por lo que carece de capacidad para bloquear nada. Es cierto que en los centros pertenecientes a la antigua Bazán se están llevando a cabo acciones que han sido adoptadas por las propias plantillas en asamblea y no por los sindicatos ni los respectivos Comités. Por tanto, el supuesto bloqueo, de existir, sería iniciativa de los propios trabajadores y trabajadoras.

Si bien es cierto que la negociación del plan industrial se ve entorpecida en la actualidad, no es por el impago de las asimilaciones. Queremos recordar que tras la sentencia del Tribunal Supremo que anula el IV Convenio de Navantia (dando por válido y vigente el tercero) a principios de año, desde la parte social se dieron por cerradas “todas” las negociaciones con la Empresa hasta ésta no procediera a la aplicación “íntegra” del III Convenio de Navantia, y ya en enero se cerraron las mesas para la negociación del Plan de Igualdad, de Relaciones con la Industria Auxiliar y del conflicto con el colectivo de técnicos superiores, que permanecen en suspenso. Por otro lado, la aplicación del III Convenio no sólo supone el abono de las asimilaciones que se nos adeudan. También forma parte de esa aplicación el bochornoso y vergonzoso espectáculo a que la empresa viene sometiendo a los familiares de fallecidos por enfermedad profesional (como la asbestosis que por su extensión tiene especial significación), obligando a viudas y huérfanos a acudir a los juzgados para reclamar los derechos que el Convenio les otorga. O la participación de los comités de empresa en los procesos de convocatoria y selección de nuevas contrataciones bien sean por tasa de reposición o a través de empresas de empleo temporal. Ninguno de estos pormenores, ni otros muchos, del convenio, motivos también del descontento de las plantillas, han sido citados por quien haya transmitido la nota de prensa a los medios.

Es cierto que nombrados Pilar Platero Presidenta de SEPI y Esteban García Presidente de Navantia, se les pedía que “como gesto de buena voluntad” procediesen al abono de las deudas pendientes, tanto al personal de convenio como al colectivo de técnicos superiores como paso previo al inicio de las negociaciones de Plan y Convenio. También es cierto que Pilar Platero afirmó en reunión mantenida con el Comité de San Fernando el 30 de marzo, y en las que posteriormente mantuvo con el resto de Comités de Navantia, que haría lo posible, augurando buenas perspectivas dadas sus excelentes relaciones con Montoro y su profundo conocimiento del Ministerio de Hacienda, emplazándonos a después de Semana Santa para iniciar su resolución. A partir de ese momento, y acompañado por una malintencionada campaña de intoxicación y desinformación a base de rumores propalados a pie de tajo que anunciaban el pago de las deudas y el fin del conflicto en mayo, en junio, con la paga de julio, a vueltas de vacaciones, en septiembre… ha ido pasando el tiempo sin avance alguno hasta el zafarrancho mediático del lunes.

Cuando a inicios de 2017 planteamos la ruptura de las negociaciones con la empresa, lo hacíamos ante la certeza de su incapacidad para la toma de decisiones y la ejecución de los acuerdos adoptados. Hoy, esta certeza se hace extensiva también a SEPI. Si son incapaces de poner en vigor un Convenio Colectivo, mediando incluso sentencia del Tribunal Supremo, ¿Qué credibilidad pueden tener sus firmas al pie de un acuerdo sobre un plan industrial o un nuevo convenio? Pilar Platero anunciaba que se pondría a trabajar con los ministerios afectados (Hacienda, Empleo, Defensa…) a fin de tener asegurada la aceptación de todos antes de plantear nada y nos aventuraba un proceso rápido. Han pasado siete meses. ¿Qué dicen los Ministerios? En lo publicado estos días nada se menciona de ello. Si no tienen la autonomía ni autoridad necesarias para asumir los acuerdos negociados, cuya legitimidad la propia empresa reconoce en la nota publicada, manifestando además que no lo aplica por tener las manos atadas, ¿Qué ocurrirá con lo que firme mañana, o pasado?

Aceptar iniciar una negociación con el convencimiento de que lo acordado puede quedar en papel mojado sería hacernos cómplices de un abuso más y convertir a nuestros representados en rehenes, algo que desde CCOO en San Fernando no vamos a caer. Más allá del cobro de la deuda al que nuestros compañeros y compañeras tienen pleno derecho (por cierto en San Fernando se ven afectados 700 de una plantilla de 955, por un importe medio entre 2000 y 3000 euros por persona) en CCOO demandamos, al menos un gesto que nos garantice que tanto Navantia como SEPI están capacitados para llegar, y respetar, un acuerdo negociado en igualdad de condiciones para ambas partes.

Con gestos como éste, mal camino llevamos, compañero.

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