Un plan como unas tortas

Amanece en Navantia San Fernando, con
todo dispuesto para otros 300 años.

"Hacer un pan como unas tortas". La frase tiene su origen en una analogía. En el fracaso técnico que supone querer hacer pan y no lograr que la masa suba y resulte esponjosa, obteniendo en su lugar algo más parecido a una torta, plana y compacta.

Afrontamos un trimestre que puede ser decisivo para nuestro futuro, según la intención manifestada por Pilar Platero, Presidenta de SEPI, de tener listo el plan estratégico para Navantia no más tarde del verano.

En esta tesitura me viene a la cabeza la castiza expresión y espero que no acabemos, una vez más, haciendo un plan como unas tortas.

Los viejos del lugar, demasiados, sabemos mucho de planes.  Desde su creación en 1717 como Arsenal de La Carraca, fruto del plan de renovación de la flota tras la Guerra de Sucesión que Felipe V encargó a Patiño a fin de promover el fomento de la industria naval española para no depender de buques extranjeros o particulares, Navantia se ha visto afectada, fundamentalmente, por los sucesivos planes de renovación de la flota. La mayoría de ellos inconclusos o abocados al fracaso, por intereses políticos, económicos o la incompetencia de sus gestores, a excepción del de Maura-Ferrándiz en 1908. También sufrió los efectos de la incorporación de España a la Unión Europea y la reconversión industrial del 86 que acabó con el fiasco de IZAR en 2000 y Navantia en 2004. Trece años después, y con la empresa al borde del colapso, aún estamos a punto de comenzar otro plan.

Por nuestra parte, en la Sección Sindical de CCOO, lo tenemos claro desde hace mucho, y el tiempo nos viene dando la razón.

Para empezar, estamos convencidos de que no se puede iniciar el proceso con flecos pendientes. Esto significa que antes que hay que partir de:

• La aplicación íntegra del III Convenio de Navantia.
• La resolución del Conflicto con los técnicos superiores.
• El restablecimiento de las relaciones laborales.

A partir de ahí comenzaremos a hablar.de:

• Una Navantia que apueste con decisión por el empleo y el rejuvenecimiento de la plantilla mediante la incorporación de jóvenes que aseguren el futuro de los centros.
• Mantenimiento de la titularidad pública de Navantia, considerada como sector estrtégico.
• Potenciación de todas las áreas de la factoría, Nuevas construcciones, Reparaciones y FABA.
• Diversifiación industrial, mediante la construcción de buques de todo tipo, así como la aplicación del conocimiento en tecnología militar para usos civiles.
• Regularización de la industria auxiliar, entendida como complementaria y no como mecanismo de abaratamiento de costes y fuerza de trabajo marginal.
• Una política comercial integral que trabaje tanto de cara a la exportación como ante el Gobierno, SEPI y Armada con la planificación de las necesidades de nuestra Marina, y la programación de las inversiones y presupuestos anuales correspondientes garantizando la estabilidad en empleo y carga de trabajo.
• Un convenio único de referencia para todos los trabajadores y trabajadoras.

Platero nos señalaba el verano como el horizonte para este proceso. De momento, que sepamos, sólo ha colocado a los mandos de la compañía al segundo de Revuelta