Momento de la firma del acuerdo |
La ministra de defensa, Mª Dolores de Cospedal y el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed Bin Salman Bin Abdulaziz Al-Saud, firmaron el acuerdo de intenciones entre el Gobierno español y el saudí en relación a la venta por parte de Navantia de las ansiadas corbetas, a media tarde de ayer al término de la reunión entre las delegaciones española y saudí.
Tras la firma del acuerdo se rubricó un segundo documento entre el propio presidente de Navantia, Esteban García Vilasánchez y los responsables árabes por el que Navantia y SAMI (Industrias Militares de Arabia Saudí) crearán una empresa pública conjunta, encargada de gestionar el contrato de construcción de las corbetas, así como los futuros programas navales en Arabia Saudí. Además, activa una serie de cláusulas adicionales en las que se incluye el adiestramiento de marinos saudíes por parte de la Armada española, la creación de una base naval para la Marina Real saudí en Yedá, el desarrollo de los sistemas de mando y control y un contrato de mantenimiento.
Después de más de dos años de trabajo intenso, esfuerzos y sinsabores, finalmente la plantilla de Navantia en San Fernando vuelve a sonreír esperanzada. En el astillero todo está a punto. Ingeniería lleva más de un año trabajando en el diseño y el resto de departamentos trabajando y planificando a la espera de este momento para que en octubre próximo comience el corte de la primera chapa, aunque conociendo al personal apostamos a que será incluso antes.
A partir de ahí cuatro años y medio de echar el resto. 35 meses para cada uno de los buques con un decalaje entre ellos de cuatro meses. Más de 3.000 empleos directos en la factoría, además del inducido que se generará en el entorno. También, no todos han hecho sus deberes, cuatro años y medio de caravanas, atascos y trastornos para la población de San Fernando.
Este hito que celebramos es fruto de la unión de muchas voluntades, entre las que se encuentra, permítannos la inmodestia, el pequeño granito de arena de CCOO. Desde los delineantes, técnicos de oficina e ingenieros haciendo y deshaciendo hasta Sus Majestades D. Felipe y Don Juan Carlos. Sería engorroso citar a todos y cada uno de los implicados en este éxito, pero no nos resistimos a resaltar el trabajo del equipo responsable del programa, que a base de esfuerzo y sacrificio lo ha sacado adelante desde este punto perdido y olvidado del sur y las dos personas que lo han liderado, Alfonso García Valdés que lo puso en marcha y lo cimentó, y en segundo lugar a José Antonio Rodríguez Poch, actual director de la factoría, que desde el principio ha peleado por este proyecto, primero como comercial y luego como responsable del programa. Ambos y el equipo que han liderado se han dejado la piel en el empeño.
Ahora a hacer historia una vez más y dentro de cuatro años y medio estaremos celebrando el éxito en este desafío. Es lo que por estos contornos llamamos orgullo bazanero.