martes, 5 de julio de 2016

Cuando el río suena agua lleva

Javier Galán, ayer en la puerta del astillero
(fuente: Diario de Ferrol / Daniel Alexandre)
El refranero español da para mucho. También podríamos decir "por el humo se sabe dónde está el fuego".

La semana pasada, hartos de pedir explicaciones sobre los próximos contratos vía SEPI para nuestra factoría y ante el oscurantismo que rodeaba al tema que nos transmitía nada nuevo, llevamos a cabo desde esta Sección Sindical una campaña de información que, entendemos, forzó a que ayer lunes, a primerísima hora de la mañana, desde RR.HH. se hiciera pública una circular informando someramente sobre estas plazas y habilitando una dirección de correo para remitir los currículums, al parecer único procedimiento que se tendrá en cuenta para su adjudicación.

Hoy leemos en Diario de Ferrol las declaraciones de Javier Galán, Presidente del Comité de Empresa de Ferrol y de la Coordinadora Unitaria de sindicatos de Navantia (que la Dirección de Recursos Humanos se niega a reconocer), en relación a este mismo asunto y en alusión a las 25 plazas de técnicos superiores -13 temporales y 12 fijos - que por el mismo concepto le corresponden a Ferrol.

Podría parecer que se trata de un esfuerzo coordinado, pero nada más lejos de la realidad. De hecho el próximo miércoles, 6 de junio, tendrá lugar una reunión de la Coordinadora de CCOO en Navantia, y el jueves 7 otra de la Coordinadora Unitaria, donde, de buen seguro, se abordará este tema.

Van a ser contratados únicamente con la presentación del currículum”, siendo la propia dirección “la que está señalando a quien presentar”, “Lo grave de la situación es que en una empresa como Navantia, no haya esa transparencia que se espera de una empresa pública en la que deberían de regir, como en cualquier otra administración, los principios de igualdad, mérito y capacidad” señaló Galán, y suscribimos nosotros.

Nos lo están poniendo fácil, no hace falta ponerse de acuerdo para clamar por las injusticias que los trabajadores y trabajadoras vamos acumulando, día tras día, en esta empresa. Al menos nos queda la tranquilidad de que nuestros temores y recelos no son fruto de la paranoia o la manía persecutoria.