martes, 5 de julio de 2016

Lapique a pique de...

La lancha neumática en la que accedió el presidente de Navantia
al astillero, junto al dique flotante, con el submarino
preparado para echarlo al agua. / Antonio Gil / AGM
También los compañeros y compañeras de Cartagena dicen basta a la dirección de la compañía.

Si en octubre fue la plantilla de San Fernando (ampliar noticia) la que ofreció un "caluroso" recibimiento a la dirección de Navantia, el pasado 1 de julio fueron los compañeros y compañeras de la factoría cartagenera los que recibieron con una sonora pitada al Sr. Revuelta Lapique.

La incertidumbre instalada en los centros de trabajo Navantia, llevaron ayer a los trabajadores y trabajadoras del astillero de Cartagena a expresar públicamente su malestar. Lo hicieron obligando al presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, a acceder por mar a las instalaciones industriales para asistir a la puesta a flote del submarino de la Armada "Tramontana", tras la finalización de los trabajos de gran carena a los que ha sido sometido durante el último año y medio.

Obreros, técnicos superiores y representantes de sus industrias auxiliares esperaron al directivo en el acceso principal a las instalaciones -llegaba en coche desde Madrid- para expresarle públicamente el descontento general con su gestión. "No podemos recibir con buena cara al presidente que está hundiendo la compañía, con 167 millones de euros en pérdidas el año pasado, sin trabajo y sin capitalización», dijo el presidente del comité de empresa, Eduardo Aranda, en declaraciones a 'La Verdad'.

Ante las protestas de los obreros, Revuelta accedió en coche al Arsenal, donde hacia las once de la mañana fue montado en una lancha neumática y trasladado hasta el dique utilizado para poner a flote el S-74. Antes de desembarcar, dio varias vueltas por la dársena militar porque varias decenas de obreros se acercaron al muelle de la factoría mostrando pancartas y profiriendo gritos de desaprobación, dijo Aranda.

La compañía, por su parte, aseguró que la asistencia de Revuelta a la flotadura del S-74 estaba prevista «desde bastante tiempo» e incluso estaba organizado que pudiera seguir la maniobra desde el propio dique flotante, «ya que es el mejor sitio para seguirla». También negó que el presidente entrara en zodiac al astillero. «Navantia siempre ha estado y está abierta al diálogo permanente con representantes de la plantilla», señalaron a 'La Verdad' fuentes oficiales.

"Es una vergüenza que el presidente de una compañía pública con 5.600 trabajadores tenga que entrar así en un astillero", lamentó el presidente del comité, quien aseguró que Revuelta rechaza cualquier tipo de contacto con los representantes de la plantilla y que tampoco soluciona los problemas de escasa carga de trabajo, envejecimiento de la plantilla, bajadas de sueldo y carencia de plan de carrera para los técnicos superiores, entre otros asuntos.

(Fuente: La Verdad de Murcia)