miércoles, 28 de febrero de 2018

Nueva reunión de Navantia, SEPI y Sindicatos en torno al Plan Estratégico

En la tarde de ayer (27 de febrero) Navantia, SEPI y la parte social de la empresa, en la que se encuentran representados todos los centros y todos los sindicatos con presencia en Navantia, mantuvieron una nueva reunión mediante las que empresa y SEPI vienen informando a la representación sindical sobre los pasos que se van dando en torno al Plan Estratégico para la compañia.

En la primera de estas reuniones, que como ya informamos se celebró el pasado 22 de enero, a parte de la constitución de la mesa se abordó la nueva Ley de Contrataciones y sus efectos sobre Navantia, y un análisis del mercado. En esta ocasión el orden del día constaba de un informe sobre la acción comercial y la situación de la carga de trabajo, y otro sobre la eficiencia operativa y Astillero 4.0

A fin de aclarar la información aparecida en distintos medios, apenas a unas horas de finalizado el encuentro, hemos de puntualizar que en las reuniones mantenidas, y probablemente en las próximas, sólo se está procediendo a presentar por parte de Navantia y SEPI un análisis detallado de la situación de partida a la vez que un debate sobre los resultados que arroja este análisis y que servirá para el diseño y concreción del futuro plan estratégico.

El objetivo de NAVANTIA es reforzar la eficiencia y viabilidad de la compañía, potenciando su impacto sobre las áreas económicas donde se ubican sus astilleros. Por esta razón afronta un plan que contemple los ambiciosos cambios que necesita la empresa para adecuarse a las actuales condiciones del mercado. En este sentido lo estructura en tres pilares fundamentales: Plan Comercial (ingresos), Plan de Eficiencia Operativa y Plan de Rejuvenecimiento de Plantilla. Este último incorpora un plan de formación y un nuevo marco laboral que permita el desarrollo de un convenio único flexible y competitivo. Pilares fundamentales que CCOO ya trazábamos en nuestro programa electoral en 2015 y que mantenemos en la actualidad.

En CCOO hemos admitido el formato que tanto Navantia como SEPI han dado a la negociación del plan, del que forman parte este tipo de encuentros previos, necesarios por más tediosos que resulten, a fin de conocer y fijar todos los factores que condicionarán el futuro de Navantia y que tendrán que ser tenidos en cuenta en el diseño y posterior desarrollo del plan estratégico, como también entendemos las expectativas que estas convocatorias despiertan en los compañeros y compañeras en los distintos centros ante la incertidumbre que día a día se vive en los talleres y oficinas, así como la desazón que provoca la falta de hechos y concreciones cuando volvemos al astillero.

No vamos a extendernos ni a cansar al respetable con los datos y números que nos fueron facilitados ayer, toda vez que tampoco arrojan demasiada novedad a lo ya conocido. En todo caso si nuestros lectores y lectoras quieren conocer con más detalle el contenido que se nos expuso pueden acceder (pinchando aquí) al resumen facilitado por Navantia a los medios y con el que éstos han hecho de su capa un sayo ofreciendo interpretaciones de lo más variopintas.

Como resumen, desde CCOO valoramos positivamente el hecho de que desde el primer momento, Navantia y SEPI se presentan de la mano ante la parte social, de manera que, entendemos, todo viene ya acordado entre ambos lo que, si bien puede ralentizar el proceso, evitará la espera a  la conformidad final del organismo público. También recibimos con agrado que se esté trabajando para que también intervengan en cada paso los ministerios afectados, Hacienda, Trabajo y Defensa.

También merece nuestra consideración positiva la relevante importancia que se da a la vinculación entre Navantia y la Armada como principal cliente, tanto en nuevas construcciones como en reparación, mantenimiento y apoyo al ciclo de vida. Algo en lo que CCOO viene insistiendo constantemente como seña de identidad de nuestra empresa.

Como aspectos menos alentadores, nos preocupa la frágil cartera de pedidos que se nos plantea. Si bien es cierto que se nos ha presentado un amplio abanico de posibilidades, BAM de intervención subacuática, buque logístico para el Ejército, Arabia Saudí, U.S. Navy, Australia, Canadá... lo cierto es que a fecha de hoy, y previsiblemente a medio plazo, la única carga de trabajo real en Navantia son el submarino S-80, las fragatas F-110, el AOR y los destructores de la U.S. Navy en Rota. Todo lo demás no son  más posibilidades, más o menos fundamentadas, pero posibilidades.

Todo el plan, incluida la negociación del Convenio único y la modernización por la vía del Astillero 4.0, requiere financiación que indudablemente estará condicionada por el resultado de esta cartera de pedidos, según los datos aportados ayer en Madrid. Números que por otro lado no acaban de cuadrarnos y que en palabras del propio Vicepresidente de SEPI, Bartolomé Lora, son preliminares a fin de tener una idea global aproximada y que se irán afinando a medida que los proyectos en curso vayan tomando cuerpo.